(Victoria Sobre un Fracaso de Mamá)
My latest article for Flourish Motherhood’s online journal is now live, and I'm talking about that dreaded mom guilt! If you have kids, you know it as #momGuilt or #dadGuilt. Even if you don't have kids, we have all had those guilt moments that are hard to get over! It's that feeling in your stomach like you messed up so bad and you don't know where to go from there!
Check out the full article at Flourish Motherhood (link below) and let me know what you think! How do you get over guilt?
Read "Victory Over a Mom Fail" at Flourish Motherhood
Flourish Motherhood is a quarterly publication dedicated to rooting mothers in Christ; they also have an online journal/blog, where my article has been published. To learn more, check out their website and social media accounts:
Website: www.flourishmotherhood.com
Instagram: @flourishmotherhood
Facebook: /flourishmotherhood/
My previous posts for Flourish:
Learning to Listen
Sharing the Hope that Easter Brings
(Victoria Sobre un Fracaso de Mamá)
¡Mi último artículo para el diario en línea de Flourish Motherhood ya está disponible, y en él estoy hablando de esa temida culpa de mamá! Si tienes hijos(as), lo sabes como #culpaDeMami o #culpaDePapi. ¡Incluso si no tienes hijos, todos hemos tenido esos momentos de culpa que son difíciles de superar! Es esa sensación en tu estómago como si te hubieras equivocado tanto que no sabes a dónde ir para salir allí. (Puedes leerlo en Español aquí abajo y en Inglés está en el sitio de Flourish Motherhood)
Las mañanas de lunes a viernes no son fáciles en nuestra casa. Despertar a un niño de cinco años a las 6:20 a.m. para prepararse para ir a la escuela es un desafío - ¡él se pone gruñonsito! Así que, en un intento por hacer que se despierte más fácilmente, he intentado varias cosas: abrazarlo en la cama, ser graciosa, y hasta jalarlo juguetonamente por las piernas hasta baño (¡su idea!).
Bueno, hace como una semana, estábamos jugando como de costumbre, y cuando lo estaba jalando, él se resbaló y golpeó su cara en el lado de la cama. El ruido fue tan fuerte que mi esposo lo escuchó desde la cocina. Afortunadamente él estaba bien, pero se golpeó el pómulo bastante fuerte y comenzó a hacérsele un morete inmediatamente. Mientras mi esposo lo consolaba y le daba hielo en la mejilla, yo trataba de mantener la calma mientras entraba en pánico por dentro. A pesar de que fue un accidente y estábamos jugando mientras sucedió, sentí una ola instantánea de culpabilidad de mamá. Mi mente comenzó a jugar el juego "debería haber hecho, podría haber hecho, tendría que haber hecho" en todas las cosas que no hice bien.
Al pasar la mañana, mientras leía mis devocionales, Dios me habló en mi momento de necesidad. Primero, me recordó de su gracia infinita y de su perdón para soltar la culpa que me estaba devorando. En segundo lugar, redirigió mi atención de vuelta a Él. Uno de mis devocionales fue sobre encontrar nuestra fortaleza en el poder de Dios sin importar cuán bueno o malo hagamos las cosas o cómo nos sintamos durante el día. El siguiente verso vino a mi mente:
Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo. Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.
2 Corintios 12:9-10
Necesitaba desesperadamente este recordatorio esa mañana. Mi debilidad me consumía, y aunque este incidente fue pequeño, yo todavía sentía que le había fallado a mi hijo. Debido que mi propia niñez fue emocionalmente desafiante, a veces incluso el error más pequeño que hago con mis hijos se siente como un paso más cerca de repetir un ciclo familiar doloroso - aunque suene loco y extremo.
Enfocarme continuamente en mi propia debilidad y en mi pasado doloroso me había dejado sintiéndome derrotada. ¡No fue hasta que dejé de enfocarme en mí misma y puse la vista en Dios que pude encontrar fuerza y esperanza en Él! Y cuando esa mentira intente volver en mi mente diciéndome que voy a "arruinar" a mis hijos, tengo que contraatacarla con la verdad de Dios. No es únicamente por lo que yo hago bien, o cómo fallo, lo que determina cómo salen mis hijos. ¡Orar y confiar a mis hijos en las manos de Dios significa que Él tomará mis triunfos y fracasos de Mami, y los usará para su propósito en las vidas de mis hijos!
Si hoy te sientes derrotado(a) o abatido(a) por tus errores con tus hijos, corre a la verdadera fuente de fortaleza. Es ese momento difícil, pero sorprendente, cuando nos damos cuenta de que no podemos hacerlo sin Él. En Él es donde encontramos nuestra fortaleza para ser los mejores padres que podamos ser para nuestros hijos.
La próxima vez que te encuentres en un momento de fracaso como Mami/Papi (porque todos estamos destinados a cometer errores), ¡regálate un poco de gracia a ti mismo(a) y encuentra tu fortaleza en Dios para seguir adelante! Él sigue siendo fuerte incluso en nuestros momentos más débiles, y Él trae su 100 por ciento a la mesa - ¡cada vez!
Lee "Victory Over a Mom Fail" en Flourish Motherhood
Flourish Motherhood es una publicación trimestral dedicada a enraizar a las madres en Cristo; también tienen un diario/blog en la web, donde mi artículo ha sido publicado. Para obtener más información, consulta su sitio web y cuentas de redes sociales:
Website: www.flourishmotherhood.com
Instagram: @flourishmotherhood
Facebook: /flourishmotherhood/
Mis publicaciones anteriores para Flourish:
Aprendiendo a Escuchar
Compartiendo la Esperanza que Trae la Semana Santa
No comments:
Post a Comment